“Lavoe contra Lavoe”: un monólogo en torno al mártir de la rumba
Escrito por Lil Rodríguez
Lavoe contra Lavoe es el monólogo de Edgar Borges que plantea los tormentos del famoso cantante de los cantantes Héctor Lavoe. El joven actor venezolano Carlos Áñez interpreta al famoso salsero puertorriqueño, bajo la dirección artística de Neiron Medina y la producción compartida de José Hernández y Nathalie Riera.
La obra se ubica en un apartamento imaginario que ocupa Lavoe. En el interior de la vivienda habitan dos personalidades: una angustia y un sueño, y un tormento y una esperanza, todo en un mismo cantante, quien desnuda todas esas sensaciones ante un espejo que servirá para enfrentarlo a sus vivencias y, sobre todo, a su público.
Dado el personaje tomado paala obra, es de esperar el mayor interés de los salseros por ir al teatro.
El actor Carlos Áñez refiere que en el monólogo están presentes las canciones que interpretaba Lavoe, como El periódico de ayer, Mi gente, Todo tiene su final, Vamos a reír un poco, el Todopoderoso, El Cantante y otras más, a través de las cuales se percibe la angustia vivida por Lavoe con el tema musical Todo tiene su final, canción compuesta por el mismo salsero boricua.
Será dramatizado por Carlos Áñez en la Casa del Artista del 10 al 13 de noviembre, los días jueves y viernes a las 7:30 p.m. y los sábados y domingos a las 3 p.m. y 6:30 p.m. Drama, sueños y canciones son los ingredientes de una obra que promete convertirse en el gran éxito en Venezuela.
Las entradas para este espectáculo ya están a la venta en las taquillas de la Casa del Artista, a un costo de Bs 12.000 (entrada general) y Bs 5.000 (estudiantes y 3° edad).
Mayor información por los teléfonos 576-88-65 y 576-14-03.
Estacionamiento y vigilancia privada.
Héctor Juan Pérez, nacido en el pueblo de Ponce, el 30 de septiembre de 1946, se trasladó a la ciudad de Nueva York a mediados de la década del 60 en busca de fama y fortuna como cantante. Iniciando así un periplo vital lleno de circunstancias.
Héctor Lavoe es considerado uno de los mejores soneros.
Su carisma en tarima y su don de gente fuera de ella, le ganaron la idolatría de su fanaticada, que casi le venera como un mártir de la rumba y la calle. “Héctor le podía mentar la madre a todo el mundo y el público se reía.
Lo malcriaron”, señaló Willie en una ocasión. Famoso por llegar tarde a sus compromisos, Héctor solía decir que “yo no llego tarde, el público llega muy temprano”, en su canción El rey de la puntualidad.
En el escrito citado al principio de esta breve biografía, Willie le describe como “graduado de la Universidad del Refraneo con altos honores, miembro del Gran Círculo de los Soneros, poeta de la calle, maleante honorario, héroe y mártir... por eso lo bautizaron como ‘El Cantante de los Cantantes’”.
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